HAMILTON, Nueva Zelanda.- El fixture oficial anuncia dos partidos, pero los rivales que Los Pumas deberán superar en el continente oceánico son tres. Antes de pensar en los All Blacks y en los Wallabies, la tropa de Santiago Phelan tendrá que sobreponerse a los estragos físicos que este adversario invisible puede causar.
El jet lag, también conocido como "síndrome de los husos horarios", es la descompensación que se produce cuando, al abarcar grandes distancias, el reloj interno deja de coincidir con el horario del lugar en que se está. Más allá del cambio de sueño y sus evidentes consecuencias durante los entrenamientos diurnos, se producen otros desequilibrios como mareos, vómitos e irritabilidad. A pocos días de visitar al campeón del mundo, es imperioso asimilar el huso horario cuanto antes.
Por eso, los jugadores iniciaron su primera jornada completa en tierra maorí despertándose mucho más temprano que lo habitual, aunque la sesión fue más liviana.
"Creo que vamos a jugar contra el mejor equipo de la historia de Nueva Zelanda, es un equipo que está goleando y ganando todos los partidos, por eso será fundamental trabajar en la obtención de la pelota y la posesión", sostuvo Lucas González Amorosino.
"El scrum y las nuevas reglas siguen siendo un testeo para todos nosotros, las primeras líneas. Será un lindo desafío para seguir creciendo como equipo y afianzándonos a estas nuevas reglas", consideró Marcos Ayerza.
La novedad del lado "negro" fue la recuperación del apertura estrella, Dan Carter. (Especial)